Las mismas manos que manipularon armas y firmaron órdenes que movilizaban batallones, al salir del cuartel moldeaban metales, madera y mármol para producir obras de arte.
Ramiro Matos usó lo aprendido en el seno familiar para modificar armas, blindar vehículos militares, construir un Papamóvil y crear obras que se exhiben actualmente en escenarios privilegiados. Hoy, a 30 años de su última acción como militar, tiene por trinchera su taller de escultura.
La inclinación artística le acompaño durante sus 37 años de carrera militar (1949-1986), llegando a ser instructor de cadetes (según sus palabras la experiencia mas satisfactoria en su vida castrense), Jefe de Estado Mayor del Ejército, Jefe de la Policía Nacional y Secretario de las Fuerzas Armadas. Accedió a hablar sobre su arte, carrera y la historia detrás de sus creaciones.
El origen
Si existe el gen de la combatividad Ramiro Matos podría ser uno de sus portadores, por haber nacido en Azua, tierra de los “tirapiedras” para la que espera un justo reconocimiento histórico por haberse librado en su territorio los combates independentistas Fuente del Rodeo, Rio Jura, Hicotea, 19 de marzo, Tortuguero, El Número y Las Carreras, en 1844.
Hijo de un ebanista, nieto y sobrino de mecánicos, el general retirado recuerda que su familia laboraba con la fragua el forjado del hierro para hacer espuelas, cáncamos y aldabas. dice que en ese ambiente aprendió la magia tras la maleabilidad de hierro e inclusive “a hacer y reparar bolas de billar siendo ayudante de su padre, del cual aprendió el uso de los utensilios para trabajar la madera”. Esta habilidad fue potenciada cuando se hizo discípulo del escultor Antonio Prats-Ventós.
Blindados RM: creados al fragor de la lucha entre el lucro y el reaprovechamiento
Un pequeño y pesado lingote de bronce, fundido a partir de casquillos recolectados en los campos para prácticas de tiro, le recuerda cada día a Matos que los desechos militares pueden tener un uso posterior bastante productivo. Relata que mientras ocupaba la jefatura del Ejército (1978-1981) se enteró de que dos sargentos y un teniente se encargaban de llenar sacos de casquillos y venderlos a fundiciones como desperdicios. “Esos casquillos son materia prima. En los tecnológicos (de las FFAA) se están haciendo algunos instrumentos y piezas como llaves para agua, y el bronce hay que comprarlo”, dijo al disponer su aprovechamiento para estos fines.
Ya en 1977 había tenido la primera oportunidad de aplicar sus conocimientos en metalurgia al plano castrense. “Observando en mi vida militar que las patrullas algunas veces eran apedreadas en las calles, pues iban en camionetas y les tiraban piedras, entonces los soldados respondían con tiros, al hacerlo así tenían que herir o matar porque estaban ofendidos”.
“Pensé en un vehículo que protegiera al soldado de las pedradas y pensé en algo que infundiera respeto” Ahí surge la idea de crear el primer modelo que llevaría sus iniciales mas el año de fabricación: RM 77, al que siguieron los RM 79 y RM 80 de mayor tamaño”.
Matos relata: “Cuando yo preparé esos blindados tuve problemas, porque se hicieron sobre vehículos que iban a ser chatarreados y vendidos como hierros viejos. Eso no cayó bien en mucha gente que se beneficiaba con esa venta. Porque eran vendidos como chatarra, pero el que la compraba estaba comprando un vehículo que solo había que limpiarlo, ponerle el motor en condiciones y sus gomas nuevas y ya tiene un vehículo nuevecito.”
Otra creación suya fue una fusión de cuatro lanzagranadas M79, para aumentar la capacidad continua de fuego, sorteando el inconveniente de que esta arma requiere de al menos un minuto para ser recargada en su versión original de un solo cañón.
Dice que su actitud le salvó de ser enjuiciado
Ramiro Matos tiene la convicción de que su afán por rescatar lo reutilizable antes que comprar apresuradamente le evitó ser parte del proceso judicial iniciado el 19 de abril de 1989, por la querella interpuesta por el abogado y político Mariano Vinicio Castillo, se acusaba al ex presidente de la República; Salvador Jorge Blanco, al ex secretario de las Fuerzas Armadas, Manuel Antonio Cuervo Gómez; y a los empresarios Leonel Almonte y Juan Tomás Peña Valentín, por estafa, robo, prevaricación, abuso de confianza y ventas sobrevaluadas de vehículos y mercancías a las Fuerzas Armadas y a la Policía Nacional.
Cuenta que en 1985, siendo Jefe de la Policía, rechazó uno de los BMW que Almonte obsequió a jefes militares luego de las transacciones. “Al chofer y al que mandó ese carro que se lo lleven, que yo no quiero carro de regalo. Yo tengo un Audi mío y me gusta”, dijo desde la segunda planta del Palacio de la Policía.
Al criticar la actitud de comprar equipos nuevos antes que reparar los existentes dice que en este país no se sabe reciclar. “En todas partes todo es buscar lo nuevo. En las instituciones públicas y privadas hay mucha gente que se preocupa y quisiera que se reciclara. Pero hay una gran mayoría que prefiere descartar y comprar de nuevo, porque viene un beneficio en la compra. Eso hay que criticarlo”, expresó durante la entrevista concedida.
El Papamóvil, su blindado histórico
Tras el atentado contra el Papa Juan Pablo II en mayo de 1981, se impone su traslado en vehículos blindados. Ramiro Matos recibe la encomienda de construir un blindado que permitiera al público ver al pontífice a su llegada al país para la celebración del “Quinto Centenario del Descubrimiento y Evangelización de América” en 1992. Modificó una camioneta Toyota Land Cruiser creando en su cama un habitáculo de Kevlar transparente, del cual asegura que aguanta los tiros de cualquier arma portátil, de infantería y de escopeta, más comunes en cualquier atentado.
“Buscamos la manera de que el diseño fuera con planchas inclinadas, pues le da mayor grosor, porque cuando un proyectil impacta sobre una pared perpendicularmente perfora el grueso del blindaje, pero si inclinas la pieza inmediatamente el tiro pasa a ser inclinado. Si la plancha tiene una pulgada de ancho, al estar inclinada aumenta un cuarto o media pulgada.” Describe Matos al tiempo que considera inadecuado exponer un vehículo histórico en la explanada norte del Faro a Colón, por estar expuesto al deterioro.
Evaluando la tecnología militar criolla actual
El ex secretario de las Fuerzas Armadas considera que en la actualidad solo la Marina de Guerra dispone de la capacidad para realizar grandes trabajos en metal, por la calidad de sus equipos, mientras el Ejército perdió gran parte de su potencial con la desaparición de los talleres de transportación y sus maquinarias.
Considera que los servicios tecnológicos de las Fuerzas Armadas y escuelas vocacionales podrían ser útiles en la formación y fabricación de repuestos para maquinarias productivas en lugar de importarlos, al igual que los uniformes y otros bienes necesarios en las FFAA. Además no cree positivo que se retome el plan de fabricar armas en el país, pues es caro y las armas se pueden obtener a bajo costo hoy en día.
Tema ineludible: la participación de uniformados en la delincuencia
Antes de concluir nuestra conversación con el artista y militar Ramiro Matos, le preguntamos sobre la frecuencia en que personal de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional se ve envuelto en actos delictivos. Sin ocultar su preocupación con respecto al tema, pidió recordar que los militares son susceptibles de caer en la tentación de obtener cosas fáciles y padecen los males al igual que cualquier otro dominicano.
“El entrenamiento que recibe (un militar) en el campamento lo guía para actuar correctamente. El contacto con esa población corrompida y que consigue cosas fácilmente los hace delinquir. Y si ese individuo tiene un arma le sirve de herramienta para crear pandillas de asaltantes, matones y secuestradores. Como la vida esta difícil últimamente por la carestía de los alimentos y el mantenimiento de la familia, eso hace que este individuo que esta ganando un sueldo mínimo quiera buscar algo para ayudarse”. Puntualiza Matos, al tiempo que lamenta la emigración de personas hacia las ciudades para ejercer labores como motoconchistas y vendedores callejeros, dejando atrás en muchos casos la oportunidad de labrar la tierra de sus padres y ligándose con individuos que buscan enriquecerse en forma fácil y rápida.
Finalmente, ante nuestra pregunta sobre el mejor papel de los militares en tiempos de paz, en tono apacible opinó que los oficiales podrían ser excelentes supervisores de obras estatales, al poseer la disciplina y rigurosidad para estos fines. “Esos oficiales no pondrían peros en cuanto a medios de transporte o familia porque tienen disciplina, orden y cumplimiento del horario de labores”, puntualizó Matos.