El nido en ruinas de un tirano: La Casa de Caoba

Publicado el 29 mayo, 2021 » 4326 Vistas»

Demos un vistazo al lugar donde hace 60 años, en la noche de un miércoles 30 de mayo, se esperaba que el dictador dominicano Rafael Leonidas Trujillo Molina recorriera este mismo camino, lo cual no sucedió porque fue asesinado por un grupo de personas que le emboscaron, para poner punto final a treinta años de dictadura.

En el paraje suburbano conocido como “La Suiza”, de la provincia San Cristóbal, está la entrada a la Casa de Caoba, residencia campestre de Trujillo en su provincia natal.

No existe letrero alguno que la señale como un atractivo de interés histórico, al que se accede subiendo por un camino empinado que alguna vez estuvo asfaltado, y lleva hasta la estructura ubicada 280 pies más alta que la carretera.

Antes de esta visita, obtuvimos unas fotografías tomadas por militares norteamericanos en 1965, en las que muestran parte del aspecto que tenía la casa por fuera, además de la habitación donde aún permanecían las pertenencias de Trujillo. Sorprendentemente, estas pertenencias y el mobiliario de la Casa de Caoba permanecieron casi intactos hasta febrero de 1987, es decir, 26 años después de la muerte de su propietario estas aún no había sido retiradas.

60 años después de la muerte de Trujillo, obtuvimos el inventario notarizado de lo que había en la Casa de Caoba en febrero de 1987, efectuado a instancia de los talleres de reparación del Museo de las Casas Reales, representados por su encargada Aleyda Alba de Hoepelman y la encargada de la sección de inventario del Museo de Historia y Geografía, Norma Blandino de Gutierrez, teniendo por testigo al alcalde de entonces en San Cristóbal, José Román García Montás.

Mientras recorremos este lugar, que muestra los más severos símbolos del vandalismo y la depredación, perpetrados por personas que no valoran su importancia histórica, mencionaremos lo que según este documento conformaba su mobiliario y equipamiento.

Ante el edificio, construido en 1940 y con más de tres mil metros de construcción, nos hacemos la pregunta: ¿Queda algo de caoba en esta casa?

Pues, si: quedan algunos trozos de esta madera que por estar adosados a paredes o muy deteriorados no ha habido interés en arrancarlos. Sin embargo se evidencia la huella de intentos mostrencos de adecuar espacios individuales en el edificio, con criterios muy apartados de lo que sería una restauración. Esto es lo que se aprecia tan pronto se penetra por la gran marquesina.

La Casa de Caoba tiene tres niveles, pero en la actualidad al tercero solo se puede acceder trepando, pues no hay escalera.

En lo que alguna vez pudo ser un gran espacio abierto, ahora hay divisiones en blocks aún sin empañetar, además de evidenciarse el reforzado de concreto en algunas áreas. Sin embargo aún existen áreas que conservan su misma pintura y algunos marcos de madera que han resistido ante los años, mas no ante las plagas de insectos y humanos.

El inventario de febrero 1987, del cual ponemos a su disposición una copia en nuestra página Alonzo.Press, dice que para fines de restauración se retiraron de esta casa los siguientes artículos:

  • 50 sillas hechas principalmente en caoba y rattan.
  • 18 butacas, 7 muebles de diseño no bien especificado
  • 33 mesas de diferentes tamaños, algunas talladas con motivos especiales
  • 25 lámparas colgantes, de mesa y de pedestal
  • 10 sillones en tela o piel, 2 chaise lounge en distintos materiales, un sillón de barbería y una mesa de masaje.
  • Varios espejos enmarcados
  • 3 juegos de sala, 2 escritorios
  • 26 taburetes, en su mayoría para bares
  • Entre 5 y 7 camas con sus bastidores
  • 21 cuadros, entre fotos, pinturas e imágenes religiosas
  • 15 armarios, 6 percheros, 4 coquetas, 4 gaveteros
  • 3 relojes decorativos en varios materiales
  • Un piano y una vellonera, ambos en mal estado.
  • Dos consolas y un televisor, tres lámparas para matar insectos
  • Dos máquinas para moler hielo,
  • Tres sofás, Cuatro gaveteros, Tres sombrereros
  • Varias cajas de platos de porcelana, centenares de copas de todo tipo y platería, junto a utensilios de cocina
  • Varios floreros, artículos de oficina, accesorios para escritorios, vitrinas, estantes  y cajones

Entre las pertenencias personales de Trujillo retiradas para restauración, se destaca lo siguiente:

  • 84 trajes militares
  • 29 kepis
  • 12 sombreros, uno de ellos mexicano,
  • 7 smoking
  • 5 trajes
  • Un frac
  • Una banda presidencial
  • 23 pantalones de montar a caballo
  • Dos pares de polainas
  • Dos maletines de cuero con iniciales
  • Más de 25 trofeos

De acuerdo a una nota incluida en el inventario, solo quedarían en este lugar 23 lámparas de globo, algunos armarios y espejos fijos a la pared, una unidad de aire acondicionado central en el pasillo de la  habitación de Trujillo, tres closets en la habitación de María Martínez, una estufa con lavadero, cinco acondicionadores de aire dañados y dos calentadores de agua.

En la actualidad se desconoce el destino dado al mobiliario, equipos y utensilios por las instituciones que se encargaron de retirar todo lo que había dentro de la Casa de Caoba. Sin embargo de manera recurrente, surgen las voces de quienes proponen el mejor aprovechamiento de este lugar, aunque por lo visto saldría más económico demolerlo entero que restaurarlo.

Sobre el autor

Periodista de investigación especializado en medios digitales, con experiencia en televisión, radio y prensa escrita.
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