La actitud que tenemos con respecto al dinero condiciona nuestros hábitos, sin que nos demos cuenta de ello. Para muchas personas, el dinero es un tema sensible, cargado de sentimientos negativos que influyen en sus conductas y limitan sus posibilidades.

“Hay mucha diferencia entre no tener dinero y ser pobre. No tener dinero es un estado económico. La pobreza es un estado de ánimo debilitante, una depresión del espíritu.”

Mirando el entorno familiar, veremos que el dinero tiene una influencia enorme. Si los padres demuestran niveles altos de estrés debidos a dificultades financieras, los hijos tenderán a relacionar el dinero con sentimientos negativos, pero los niños que en su infancia hubo abundancia económica posiblemente no aprenden lecciones difíciles como el sacrificio personal, no poder tener todo lo que uno quiere y la importancia del ahorro para emergencias.

Actitudes negativas:
El dinero es la raíz de todos los males. Tener mucho dinero solo trae problemas. El dinero corrompe. Es imposible tener mucho dinero sin explotar a los demás, estar “enchufado” o practicar actividades
ilícitas. Es mejor ser pobres y honrados.

Actitudes positivas:
• Tener dinero significa tener más opciones y más oportunidades.
• Dinero es libertad para hacer lo que uno quiere.
• No hace falta ser multimillonario, pero con planificación y ahorro se puede alcanzar la seguridad financiera necesaria para poder disfrutar de la vida.
• Los problemas que se pueden solucionar con dinero no son problemas.
• El hecho de que una persona tenga dinero no significa que sea mejor o peor que otra, pero sí significa que tendrá más opciones en la vida.

Tener dinero significa tener más opciones y más oportunidades. Dinero es libertad para hacer lo que uno quiere. No hace falta ser multimillonario, pero con planificación y ahorro se puede alcanzar la seguridad financiera necesaria para poder disfrutar de la vida. Los problemas que se pueden solucionar con dinero no son problemas. El hecho de que una persona tenga dinero no significa que sea mejor o peor que otra, pero sí significa que tendrá más opciones en la vida.

En muchas familias el dinero sigue siendo un tema de conversación de mal gusto, considerado como un tabú.

La sociedad de consumo y la facilidad de crédito (tarjetas de crédito…) influyen poderosamente en nuestros hábitos de gasto. Los mensajes publicitarios y la presión social de amigos tienen mucha influencia. La publicidad utiliza la psicología para hacernos relacionar la compra de determinados productos con la satisfacción de necesidades de seguridad, afecto, etc.

Cuando tenemos que tomar una decisión financiera sin tener la confianza y los conocimientos necesarios, el resultado de la decisión puede ser:

1. Un acierto “de chepa”.
2. Un error.

Esta experiencia condiciona las percepciones y las decisiones posteriores sea en bien o en mal.

Losaciertos debidos a la casualidad o a la suerte, pueden crear un exceso deconfianza y una sobrevaloración de los conocimientos y capacidades propios.Si la decisión resulta ser un error, se incrementa la falta de confianza y el miedo, quepueden ir acompañados de sentimientos de vergüenza. La siguiente decisión será aúnmás difícil y estresante, redundando frecuentemente en inacción o desesperación.